Me gustaría que el primer contacto con nuestra Entidad fuera a través de una serie de reflexiones, que giran en torno al concepto de Misión que asumió el Organismo Autónomo Local PRODIS como miembro de Feaps Andalucía. Nuestra misión es “contribuir, desde un compromiso ético, con apoyos y oportunidades, a que cada persona con discapacidad intelectual o del desarrollo y su familia puedan desarrollar su proyecto de calidad de vida, así como a promover su inclusión como ciudadana de pleno derecho en una sociedad justa y solidaria".
Hablamos entonces de un cambio de paradigma, una forma muy diferente de ver el concepto de discapacidad, que nos orienta a pensar que toda persona con los apoyos adecuados puede mejorar, es decir la mejora no descansaba tanto en la discapacidad sino en los apoyos que el entorno pudiera proporcionar.
Pero, siendo realistas, con apoyos sólo no vale. Porque para que una persona aumente su autodeterminación, su capacidad de gestionar su propio destino, podemos darle apoyos en forma de enseñanza de ciertos comportamientos autodeterminados (por ejemplo, enseñar a tomar decisiones, a elegir...); pero de nada serviría que una persona aprendiera a elegir si después en su entorno no se le ofrecen oportunidades para ejecutar esas competencias aprendidas. Es decir, apoyos y oportunidades tienen que ir juntas para que una persona pueda desarrollar su proyecto de calidad de vida en plenitud.
La calidad de vida no es algo eminentemente científico, es sustancialmente algo de carácter eminentemente ético. Es innegable pensar que cuando hablamos de una vida que merece la pena ser vivida es sustancialmente igual a un proyecto singular de calidad de vida, de felicidad.
Un servicio centrado en la persona lo es cuando está centrado en talentos, capacidades, sueños y deseos, y no centrado en los déficits y las debilidades; cuando está controlado por la persona y por quienes ella elige, frente a estar controlado por los profesionales; cuando está orientado a la vida en comunidad, basada en preferencias y fortalezas, frente a estar desarrollado exclusivamente en emplazamientos preestablecidos y poco flexibles; promoviendo para cada persona un Plan para enriquecer un futuro positivo y posible, frente a promover programas diseñados exclusivamente para objetivos basados en las limitaciones y las debilidades.
La familia es tan importante como la persona con discapacidad intelectual, por ello para cada familia se requiere un plan individual de apoyo, creado con su colaboración, orientado a una vida de calidad, a una vida feliz en un entorno que promueva el bienestar y favorezca la máxima inclusión y participación. Pero la familia requiere también un trabajo de apoyo centrado en su realidad y en sus anhelos como grupo, y también como miembros integrantes individuales; también puede necesitar que se le ofrezca apoyo para adquirir competencias, habilidades, para ofrecer las mejores oportunidades y apoyos a esa persona en su seno que presenta una discapacidad intelectual o del desarrollo.
Pero no nos engañemos, el proyecto de calidad de vida se plantea que sea la propia persona, o la propia familia, quienes sean los protagonistas de su desarrollo, con los apoyos y oportunidades que requieran. Es decir, que el proyecto de calidad de vida, de felicidad, es un proyecto singular, de cada persona, pero que se circunscribe en un contexto social, y que persigue, una vida plena y realizada, frente a una vida plana, sin horizontes de propósitos, sin sentido.
La inclusión social es un aspecto esencial de la vida. El ser humano es ser humano no en soledad, sino en interacción con otros seres humanos que nos valoran, nos respetan y nos proporcionan afecto. La vida no encuentra sentido realizada en soledad, o en contextos de exclusión y de segregación sino cuando se afronta desde la realidad de otras personas, con la contribución de la persona a las demás y de las demás a esa persona, en un proceso recíproco. La inclusión social no es algo que la persona con discapacidad intelectual aprenda sino que es esencialmente algo que la sociedad en su conjunto promueve contextos de pertenencia social, de participación para todas y todos los ciudadanos, con independencia de las condiciones o circunstancias personales.
La ciudadanía plena se asienta en tres grandes procesos: la participación, la pertenencia y los derechos. El Organismo Autónomo Local PRODIS no quiere ver a cada persona con discapacidad intelectual y a su familia separadas del contexto social en el que las demás personas viven. La sociedad, la participación social, el sentirse parte de lo que ocurre, capaz de influir en ello y con derechos, a la vez de deberes, es un aspecto clave para el verdadero desarrollo del potencial de todo ser humano. La ciudadanía plena es un objetivo irrenunciable para el Organismo Autónomo Local PRODIS, por lo que tiene un papel que hacer para colaborar en que toda la sociedad esté orientada por motivaciones para la cohesión social frente a actuaciones promotoras de exclusión social y segregación.
Desde aquí os quiero dar la bienvenida a la página web del Organismo Autónomo Local PRODIS, esperando vuestras sugerencias y aportaciones para mejorar en todo lo que se pueda nuestro portal y hacerlo más útil, práctico y dinámico. Queremos aprovechar todo lo que nos aportan las nuevas tecnologías para que nos sirvan de vehículo dinamizador de la autodeterminación y la inclusión social como ciudadanos de pleno derecho de las personas con discapacidad intelectual y de sus familias.
